Muchos de nosotros nos hemos preguntado si nuestras impresoras sufren algún daño al rellenar los cartuchos de tinta cuando estos se hayan terminado.
Aquí te compartimos algunos de los problemas más comunes que pueden sufrir tus equipos tras esta acción.
De acuerdo con Tom Brown, experto en prueba de materiales del corporativo Hewlett-Packard (HP), el 56% de los cartuchos que son rellenados tienen fallas antes o durante su periodo de uso, esto se debe a las fugas de tinta, lo cual sucede por la obstrucción de los orificios del sistema de inyección o porque simplemente no son reconocidos por el equipo.
Según un estudio realizado por HP, en cinco países Latinoamericanos (México, Argentina, Brasil, Colombia y Perú), sobre la calidad en las tintas originales y de cartuchos rellenados, los productos que no son originales imprimen 75% menos páginas que los demás y con el paso del tiempo las imágenes se decoloran. Esto se debe a que las tintas de relleno reducen el rendimiento de los equipos de impresión, pues sus fórmulas pueden provocar el bloqueo de las boquillas de inyección y obstruir otros mecanismos de las impresoras, reduciendo su tiempo de vida.
Algunos de los riesgos más comunes son:
- Impresiones de muy baja calidad
- Aplicación incorrecta de cantidad de tinta
- Derrame de tinta
- Daño de cabezales en impresora
- Incorrecto relleno en cartuchos
- Daño de impresora
El proceso para crear una tinta original no es nada sencillo, se puede tardar entre tres y cinco años para lograr que cumpla con los estándares de calidad de los clientes, durante este proceso se llegan a desarrollar más de 1,000 prototipos de fórmulas diferentes cada una de las cuales es sometida a la realización de pruebas rigurosas de resistencia al desvanecimiento, secado y compatibilidad con cada equipo.
Así que ya lo sabes, antes de pensar en rellenar tus cartuchos, analiza los riesgos que esto puede representar y valora el costo a largo plazo que puede traer a tu negocio.